viernes, 7 de enero de 2011

Ojalá que llueva Oro en el campo...




En vísperas de la festividad de los Reyes Magos nos acordamos de la Magia de BETLEN,como si esta sólo existiera durante un día y los 364 días restantes vivimos auto motorizados del qué hacer diario sin escuchar el más mínimo detalle de las cosas insignificantes que nos aconteceden. Realmente si maximizáramos estos hechos y les diéramos su importancia seguro que nos “daríamos cuenta” de lo que nos está diciendo la vida:”La vida habla a susurro y no a gritos”;su lenguaje es silencioso y muy sutil;y seguimos dándole sólo importancia a aquello que sale en las noticias ,sin percatarnos que hay algo más, de lo que nos pasa ,de mayor relieve ; seguimos como viejos lobos sin ver más que en blanco y negro.



Porqué le regalaron mirra e incienso , especies aromáticas uno para embalsamar a los muertos y el otro para santificar. Así como ello se utilizaba para ceremonias Egipcias..la mirra es símbolo de hombre, el incienso símbolo de Dios y el oro de Rey. El mensaje metafórico es el hijo de Dios hecho hombre , es nuestro Rey. Y hoy a puertas del siglo XXI todos llevamos esta energía Crística posible de manifestarse..o es que todavía ustedes no creen en los milagros.



En este siglo señores tenemos grandes maestros como Eric Pearl, René Mey, Omar Rost personas singulares que han sabido conectar con su propósito de sanación y darlo a conocer a todos. Todavía reacios a creer en que formalizamos nuestra realidad desde los pensamientos...y como ovejas blancas del rebaño seguimos a los Dioses del consumo, con gusto ,porque nos importa más el plan del que dirán o las etiquetas que nos van a meter. Consume y luego existe;a más gastos más poder, más basura y menos reciclaje;cuando sabemos a ciencia cierta que esto no da la felicidad.



El sector primario abandonado a la “buena de la subvención del Fondo Europeo”;si todavía queda en la despensa algo que repartir ,se ve amenazado por el abandono , las dificultades fiscales y las ficticias infracciones de números y pesetas que no dan ni para las inversiones necesarias .Nos hemos cargado todos los sectores con la gula y el afán de tener más y más .Se han saturado los mercados de todo lo habido y por haber con el afán de ser los pioneros o inventores de algún artilugio imprescindible en la rueda de la fortuna..En aquellos tiempos se sufría la fiebre del heno...en estos tiempos actuales la fiebre del TENGO...



Ojalá que llueva Oro en el campo,para mi el aceite lo es...se quedó el campo sin olivos , sin viñas, sin bosques, y todo para el forraje de cuatro vacas que dieran leche para la central lechera menorquina;y quedamos obsoletas de invenciones nuevas a costa del bloque de cemento.

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