jueves, 23 de enero de 2020

Cuando la música alimenta el alma...

Fue entonces a mis 46 años , después de esa segunda etapa de maternidad cuando quise retomar después de un largo silencio, la voz de mi alma. Lejos quedaban mis años de mujer luna ...no podía cantar de tanta emoción y mi vació se hacia cada vez más grande ;  quedaban en el pasado mis pensamientos agnósticos,  gracias a múltiples experiencias transpersonales , que confirmaron que tenia alma y que gracias a ella me mantenía viva.


Tuvieron que pasar muchas noches oscuras para hacer el salto a otra realidad , esa realidad, que intento darle forma cada día  ,como alfarero de mi vida.


Y esa voz oculta, tímida y que me hacia sonrojar, salia del baúl de los recuerdos para expresar al mundo los sentimientos más ocultos. Y que todavía sigo trasmitiendo, de lo más oculto de mis entrañas, como sello de identidad.


Y mientras, los Dioses aguardan mi destino...

No hay comentarios:

Publicar un comentario