jueves, 23 de enero de 2020

Ser madre durante un ciclo de 28 años...

Todavía parece que fue ayer cuando mi hijo llegó con un pan bajo el brazo. Todos desconocíamos lo que nos avecinaba aquel invierno  frió y oscuro, cuando después de los 20 días del alumbramiento, un día como hoy, me puse enferma, con fiebre, edemas y eritemas en mi pierna derecha. Recuerdo como cayeron las lágrimas cuando el médico, que vino a casa, me obligó el ingreso al hospital.

Era como volver tropezar con la misma piedra ; mi madre que se enfermó después de sus 15 días de postparto y que nunca tuve el privilegio de ver crecer a su hija pequeña...Repetíamos el mismo patrón, después de transcurrir tan sólo 17 años. Ella se fue a sus 35 años y mis 28 no eran suficiente para hacer la pataleta a los Dioses, que me habían echado de su paraíso.


Quizás fue la tozudez taurina  o mi inicio al despertar que hizo darme cuenta que aquí en la tierra, también existe el reino de los cielos.


Este año , en honor a mis 28 años de maternidad , sembré un árbol de fruta, como reconocimiento de mi oficio más amado : el Ser madre, para dignificar este oficio poco reconocido, aunque el más sabido para toda mujer... En honor a las madres que fueron y las que vendrán. Gracias.

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